Querido Anuar:
No entiendo la
indignación de la gente con el Senador Merlano y con el generoso General Pérez,
Comandante de la Policía Metropolitana. En realidad estoy feliz. Imagínate, que
yo compré carrito hace 8 meses y no me he atrevido a manejarlo a pesar de que
tengo una fotocopia laminada de mi pase, y el único alcohol que ahora tomo es
el que trae el Listerine con el cual hago mis enjuagues bucales.
De manera que, ayer
tarde, le dije muy feliz a mi hija –a quien tengo de chofer- “mijita, ya no me
da miedo que me quiten el carrito recién comprado. El Senador Merlano
sentó una nueva directiva en torno al pase y el General Pérez lo avaló y dijo
que eso era “subsanable”. De manera que yo puedo manejar y te llamo para que
vengas por el carro si algún policía se atreve a pararme. Ya no me tengo que
preocupar porque me lo lleven al desvalijadero, digo, el parqueadero
distrital”.
Como puedes ver, estoy
altamente agradecida con el Senador Carlos Merlano, quien por fin ha sentado
precedente a favor de nosotros los desvalidos colombianos del común que, por
razones económicas, no hemos podido renovar el pase. Lo único que me preocupa
es que no tengo amigos Coroneles, ni tampoco la potestad de votar para que
Coroneles aspirantes sean ascendidos a Generales. Pero en realidad no me
preocupa mucho. Ese ejemplo de ciudadanía, de respeto a la Ley, y de
integridad, que nos acaba de dar el Senador Merlano, me dice que esos mismos
principios que él invocó los puedo usar a mi favor. ¡Ya me puedo estrenar mi
carrito!
Es más, si el Policía
del reten se pone muy alzado, llamo a mi General para que lo investigue y mande
copia inmediata del procedimiento “irrespetuoso” al Ministerio Público porque
yo – al igual que el senador Merlano- suelo estar en buenas condiciones para
manejar: no soy ninguna “borracha irresponsable” como calificó mi General al
jugador ese del Junior (Viáfara) cuando también se negó a la prueba de alcohol.
Es que claro, como vamos a comparar a un jugador de origen modesto con un
Senador de la República que decide quien sube a General y quién no.
En fin, creo que nuestros Honorables Padres de
la Patria se acordaron de nosotros los ciudadanos del común y decidieron sentar
precedente a nuestro favor. Además, han deslegitimado los molestos retenes esos
que montan en cualquier calle de la ciudad interrumpiendo el tráfico, por lo
que anticipo que, con nuestro habitual sentido de la burla costeña, la próxima
vez que algún policía irrespetuoso pretenda parar a cualquier barranquillero,
seguramente encogerán los dedos índice y anular para mostrar orgullosamente el
dedo medio y le gritarán: ¡Cuidado que
llamo a mi General Pérez!”. Eso se llama transformar nuestra realidad social. Y
para eso, precisamente, fueron elegidos nuestros Honorables Senadores y para
eso… tenemos un General complaciente.
Gracias Sole por el aporte. No sé de qué se quejan en Colombia,si nuestros Senadores propenden por mejorar nuestra condición de vida y dan ejemplo de ello y nuestras autoridades policiales, éticas y vigilantes, actúan en pro del bien común. ¡Viva la democracia!
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