POR ANUAR SAAD
DISFRAZ: LLUVIA DE “VERANO”. Sólo en Barranquilla, un Gobernador con
explicación cantinflesca llega a inaugurar con bombos y platillos una obra que
no está terminada. El mismo que le invirtió a la piscina la bicoca de casi 4
mil millones de pesos (que inicialmente eran 2.300 millones) ejecutando, según
él, “obras complementarias”. Obras complementarias que no permiten que un
clavadista se lance desde el trampolín porque lo más probable es que se
desnuque: la piscina ya no tiene 5 metros en su parte más profunda… ¡si no 2.5
metros! Es decir, la duplicación del presupuesto para refacciones dejó como resultado
una piscina que ya de Olímpica no tiene nada, a no ser que sea para deportistas
diminutos, como del país de Gulliver. Una piscina inaugurada sin estar
terminada; una en la que se feriaron millones y que, para volverla competitiva,
hay que hacerla de nuevo. Y el protagonista de esta historia es,
increíblemente, el que pretende aspirar como representación costeña a la
Presidencia de la república. Si esto fue con una mísera piscina… ¿se imagina
usted lo que pasará con contrataciones mayores? Mientras tanto, el Gobernador
Segebre, trabaja sin descanso tratando de mermar el daño que la rotura del
dique causó en el sur del Atlántico… problema que heredó y en el que en el
pasado gobierno no se avanzó nada, a pesar de que se generaron millonarios
recursos para ello. Pero increíblemente, un grueso grupo de periodistas, siguen
shakirizados: ciegos, sordos y mudos.
¿Por qué será?
DISFRAZ: MANGUALA CARNAVALERA. Para
este Carnaval, nuestra dinámica y floricultora
Alcaldesa dio muestras de que, a pesar de estar distanciada de sus originales
padrinos políticos, sigue teniendo aspiraciones para perdurar en esto de lo
público a lo que le ha cogido (no sé por qué)
gusto. No sé si por eso de sembrar florecitas en los huecos de las
reventadas calles, o porque de verdad cree que hay futuro. Lo que sí es cierto,
como a su tiempo lo denunció la columnista de El Heraldo Lola Salcedo, es que la elección de la Reina del Carnaval
estuvo politizada: cualquiera de las dos aspirantes cargaba con una herencia
política y la Alcaldesa se decidió por la que más convenía… a sus aspiraciones.
No es ya un secreto que hay acuerdos de apoyos políticos tras la elección de la
reina Daniela Cepeda. En otras palabras, el carnaval –como si ya no tuviera
suficientes problemas- es un fortín político en el que cada uno busca la manera
de fortalecer su feudo. No nos extrañemos que el próximo candidato “oficial” a
la Alcaldía sea con el apoyo comprometido del partido conservador. Al oído de
la Fundación Carnaval, que entre otras cosas tiene años sorda, le digo que
además de los apellidos, riqueza o linaje político, una reina del Carnaval debe
saber hablar correctamente, expresarse con naturalidad en público, sonreír sin
ficción ¡y bailar con swing!... cualidades que, créanme, no tiene Daniela. Más
alegría, “cheverosidad” y dinámica, tiene un empleado funerario. No cabe duda
que heredó el carisma de su padre.
DISFRAZ: EL REPITENTE
Y si
habíamos oído de que en este Carnaval la Fundación la iba a botar toda….seguro
que lo cumplió. La botó toda. Es más, no creo que en otros 200 años vaya a
meter la pata de semejante manera. Usted amable lector… ¿volvería a contratar a
alguien que, además de ineficiente, termine demandándolo? Pues no se
sorprendan. Ya dije al inicio que en este país del Sagrado Corazón, todo está
permitido. Nicolás Tovar, un cantante semidesconocido y de sexta categoría,
(porque los de quinta por lo menos los vemos en los realities) que ahora, ante su fracaso vocal (creo que solo pegó el remake de “Eva María”) funge de
“productor musical” y quien, en ese rol, fue contratado por la Fundación Carnaval (¿cuándo acertarán
una?) para la inauguración del mundial sub-20 del 2011. Este avispado
“productor” cobró, por 30 malos minutos de producción musical, más de 150
millones de pesos –es decir, 5 millones por minuto-- ¿Cuánto cobraría Lady Gagá
por minuto? siendo que, entre otras cosas, él era solo una pieza de relleno
para el bodrio que había montado Roxana Lignarollo. Nadie sabe hoy qué fue
peor.
El
asunto es que como se demoraron los pagos, el “reconocidísimo” cantante y “muy
experto” productor, demandó y embargó las cuentas de la Fundación
Carnaval. Al fin y al cabo, él estaba en su derecho, porque bueno o malo,
tenían que pagarle. Pero a lo que no hay derecho es que lo premien dándole
ahora, la Fundación Carnaval otro contrato. ¡Para Ripley! Esta vez, Nicolás
Tovar logró conseguir que se le contratara para que produjera el CD con la
canción oficial de la Reina del Carnaval del Bicentenario, Daniela Cepeda y los cantos de diez danzas
patrimoniales. No creo que el señor
Tovar tenga mucha demanda en Miami porque, al parecer, solo vive pendiente de
las sobras que le pueden arrojar desde la Fundación.
Después
de leer esto… ¿todavía duda usted que en Barranquilla en Carnaval todo pasa?
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