Sentado
en la confortable terraza tropical de la casa de mi abogado y amigo José Luis
Herrera y mientras arrullaba un whisky en mis manos, le solté, antes del segundo
trago, el motivo de mi visita.
-Necesito
instaurar una demanda- le dije – y sin darle tiempo de preguntar algo,
continué: -tenemos que demandar a twitter-
Sí,
amigos lectores. Lo leen bien: voy a demandar a twitter por el daño –más que
irreparable- que le va hacer a los colombianos y, principalmente, a la juventud
de este país. Todo empezó hace poco menos de una semana cuando una noticia
publicada en El Heraldo llamó mi atención. El título decía: “nueva aplicación de Twitter para escribir
después de muerto”. Interesado,
leí y, con horror, empecé a darme cuenta que por una nueva función en esta red
social, aunque una persona haya muerto, podría, eternamente, seguir trinando.
La aplicación se basa en el análisis del historial
de cada usuario de Twitter para mantener alimentado el perfil de la red social
con los temas y artículos que habrían sido de interés para el fallecido. Así, el
difunto podrá seguir en contacto "virtual" con sus contactos de la
red, a quienes enviará información y enlaces.
Pero a pesar de la explicación detallada, la cara de
mi abogado era elocuente: aún no entendía el porqué de mi intención de
demandar. –Pero si es una gran innovación. ¿qué te molesta de esto?- me
preguntó intrigado.
-Te imaginas- empecé a explicar con paciencia –
¿tener que soportarnos los trinos de Uribe aún después de que le llegue su
hora? Y eso no es lo peor. Porque posiblemente, cuando nosotros también hayamos
muerto, nuestros nietos seguirán leyendo los sicóticos trinos de un ex que no
acepta que, a pesar suyo, seguirá siendo tan útil como el sofá viejo de la casa
que ya nadie quiere, suerte irreparable que deberán correr todos los “ex” en el
mundo.
Ya me imagino a Uribe añadiendo en su testamento el
nombramiento de una “red de fiscalización” para ver si, efectivamente, sus
ampulosos y venenosos trinos siguen tratando de desestabilizar gobiernos,
justificar injusticias y atacar con sátiras de mal gusto a los periodistas que
no comulgaron con su oscuro mandato. En carta blanca, tendremos a Uribe hasta
la eternidad. Y no porque, como Walt Disney, trate de permanecer intacto
gracias a la criogenia, sino que su lengua suelta y venenosa, seguirá
cabalgando a través de las redes sociales a punta de virtuales trinos que harán
pensar a quienes le sobrevivan si es que de verdad “no estaba muerto, sino de
parranda”.
Con esta nueva y malévola aplicación de twitter, los
tres huevitos de Uribe seguirán empollándose por los siglos de los siglos al
tiempo que desacredita jueces, magistrados, ministros y funcionarios públicos
que hubiesen tenido la osadía de interponerse en sus dictatoriales
pretensiones. Imagino, por qué no, que con esta noticia muchos desearán morir
primero que el polémico ex-mandatario para librarse, de alguna forma, de la
cantaleta eterna y egocéntrica de ese mismo que aspira, a pesar de las normas
constitucionales, conseguir un tercer mandato.
Me parece escuchar a Pachito Santos justificando los
trinos del más allá del expresidente y tratando de que sus frases, célebres
hace 30 años cuando aún vivía, fueran retomadas como bandera del nuevo partido
que, imagino, en ese entonces se llamará “P.M.A”, es decir, Partido del Más
Allá, en honor a su inspirador, que sigue lanzando doctrinas y señalando los
caminos a seguir a través de sus trinos post-morten….
Tal vez lo único positivo de tan tétrico futuro, sea
que, gracias a la activación eterna de las frases resentidas de un expresidente
que se le atravesó hasta al proceso de paz, los periodistas de opinión
tendremos entonces material para seguir comentando hasta que el cuerpo aguante.
Y si la parca nos pasa la factura primero, no tendremos por qué preocuparnos,
al fin y al cabo, con este lema de que "cuando tu corazón deje de latir,
seguirás tuiteando", las opciones que nos quedan, para librarnos del
personaje de marras, son pocas. "Bienvenidos a tu vida social después de
la muerte", agrega el nuevo lema de twitter sin pensar ellos que, para una
gran cantidad de colombianos este “LivesOn” nos dejará inmersos a una eterna
pesadilla.
Ahora, señor abogado… ¿ya entendió?
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