Cuatro noches en La Habana

Crónica sobre la capital de Cuba que se abre al mundo en medio de esperanzas e incertidumbres. Breve recorrido por la ciudad que fue fundada en 1514 por el conquistador Pánfilo de Narváez.


 
 






        ANUAR SAAD
JAIME DE LA HOZ S.
Especial desde La Habana
Ahí sigue, con su nombre de mujer, recostada sobre el Mar Caribe, y esa altivez que la mantiene intacta. La Habana, capital plagada de encantos y contrastes, dueña de no sabemos qué, pero  capaz de atraer a miles de turistas que deambulan, ansiosos y derretidos por el sol, buscando el resquicio perfecto para inmortalizar, mediante disparos fotográficos, las mejores imágenes que se ocultan entre los recovecos que unen a la vieja con la nueva ciudad.

Desde la distancia se podría decir que la ‘Isla de los mil nombres’ continúa igual a sus años de gloria; además, que es todavía una remembranza o un recuerdo fijado en la memoria de los siglos. Pero, en detalle, cuando empiezas a caminar la gran Avenida del malecón, su Centro histórico y el Paseo del Prado, percibes el deterioro de su arquitectura republicana, columnas descoloridas, capas de pintura que, como  viejo maquillaje, se van diluyendo en el asfalto; aunque, detrás del resquebrajamiento, prevalezcan las joyas en bruto: edificaciones que, restauradas, podrían regresar a La Habana el esplendor de sus tiempos idos. 

En Cuba no existe una realidad terminante. Nada es totalmente blanco o negro. El cubano anhela más oportunidades: se siente atrapado en un presente indescifrable. Eso sí: reconoce los logros de la revolución; se enorgullece de su educación y la salud; de sus glorias deportivas; de su música y tradición, pero mientras habla de todo eso, hay segundos, como coletazos amargos, en los que expresa una desesperanza así de grande.

VICISITUDES DE UNA NUEVA JUVENTUD

La juventud reclama un cambio más grande y acelerado que los sitúe en consonancia con el mundo. Son los mismos jóvenes que, en las noches holguineras o habaneras, se toman los cabarets, tatuados en arco iris, motilados al estilo de futbolistas europeos, enfundados en prendas nike o adidas y esgrimiendo celulares de alta gama. Todos, con excepciones, tienen la cultura norteamericana a flor de piel, esa misma que les hereda un familiar suyo que vive en Miami y que, de paso, les provee de lo que es imposible conseguir en la Isla.
La década de los 90 en Cuba fue conocida como el “período especial”, el cual se caracterizó por severas exigencias que se originaron en la caída de la Unión Soviética, en 1991. El derrumbe 
del apoyo económico de la URSS puso a prueba la templanza y el aguante del pueblo cubano que le tocó resistir las peores prohibiciones y restricciones de su historia que derivaron en una peligrosa escasez.

¿AVANCE EN MEDIO DE LA CRISIS?

 La crisis en sectores coyunturales, como el agrícola, la energía eléctrica y el transporte, forzaron la gradual apertura de la Isla, especialmente en un turismo que hoy deja fuertes divisas al país y una economía informal y subterránea que garantiza la subsistencia y alienta cierta esperanza: ya pueden arrendar sus casas a los visitantes, poner al servicio “paladares” (restaurantes magníficos camuflados entre las vetustas fachadas) y, además, vender su vivienda o comprar vehículos último modelo si las condiciones lo permiten.
A pesar de los reclamos al gobierno central cubano por parte de un amplio sector de la comunidad habanera, la histórica ciudad sigue mostrándose al turista como una población encantadora, habitada por un especial señorío que ni el cambio de ideología le ha podido quitar. La Habana, y en general la Isla, sigue siendo bella, con esa misteriosa belleza antigua que subyuga al turista europeo, canadiense, norteamericano o hispanoamericano La educación permanece intacta y al alcance de todos. Taxistas, músicos, meseros, vendedores ambulantes, conserjes, amas de casa y jubilados, coinciden en que no padecen por atención en  hospitales y que, a pesar de que el subsidio alimentario que otorga el Gobierno es insuficiente para mantener una familia, ahora hay más oportunidades, luego de que “Cuba se abrió al mundo, y el mundo se abrió a Cuba”.

EDUCACIÓN Y CULTURA                                        
La cultura en La Habana es peste: desde que el visitante aterriza en el Aeropuerto Internacional ‘José Martí’, hasta que se relaciona con sus habitantes y comerciantes callejeros, se sumerge en la cordialidad del habanero que está siempre presto a ayudar. Ese mismo habanero que también se lamenta de que un médico gane 60 dólares al mes y que su estudio no le sirva para aspirar a un mejor vivir.
A pleno sol, esta capital resplandece en sus parques, plazas y callejones gracias al encanto de la música que se filtra por todos sus rincones: grupos musicales en parques, restaurantes, sardineles y sitios icónicos, como “La Bodeguita del Medio”, le recuerdan a usted que está en un Caribe que, a pesar de las afugias, no ha perdido su fascinación rítmica.

SON Y ALGO MÁS
Para los jóvenes, el son es casi un aire desconocido. En las noches, el reguetón –como en casi todo el mundo– hace de las suyas y se cuela por la piel, e invade los salones musicales hasta hacer vibrar a estos veinteañeros engominados y saltarines, mientras los grupos autóctonos quedan relegados a presentaciones más privadas y selectas. El arte y la creatividad aflora a cada paso en medio de una cambiante ciudad que salta bruscamente de lo antiguo a una modernidad que reclama protagonismo: sus amplias avenidas, sus parques en perfecto estado y sus pasajes –como el del Prado– son escenarios multiculturales en que el arte se expone en todas sus expresiones. Pianistas, pintores, saxofonistas, artesanos y cantantes melancólicos captan la atención del transeúnte que, a cambio, deja unas monedas a su paso o intercambia euros por pequeños lienzos cruzados por mil colores. 

Comentarios

  1. La Crónica "Cuatro noche en la Habana" Es una mirada un tanto crítica a lo que fue y es hoy Cuba. Nos permite conocer un poco de la cultura de la isla. Sin duda alguna un trabajo fascinante.

    ResponderEliminar
  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  3. La historia de cuba es triste pero a la vez muy realista de lo malas que son las dictaduras, un pais que por donde se camina y se observa, tiene mucho que contar y en esta cronica muestra la cuba del ayer que se mantiene a pesar de sus dificultades.
    Siempre es bueno este tipo de trabajos que muestran una esperanza en este caso los cubanos, a pesar su historia siempre sera mejor mostrar lo positivo y a un pueblo que quiere salir adelante.

    ResponderEliminar
  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  5. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  6. Esta crónica tiene algo en particular que me encantó, la forma tan detallada en la que narran cada historia y caracterización de un lugar, en este caso la hermosa Habana, Cuba. Cada palabra va acorde con la descripción del sitio, y es ese poder que tienen las palabras de ambos escritores para hacer que nos dibujemos exactamente dicho lugar con dichas características representativas de él, independientemente si ya lo conocemos o no.
    La narración esta de manera concisa y abierta a todo el público, siento que es una crónica que llama mucho la atención ya que no solo nos hablan de lo hermoso y lo más llamativo de Cuba, nos muestran con buenas palabras la crisis y todos los problemas sociales que tiene el país. Concluyo diciendo que a mi parecer es una crónica completa y de buen agrado para el lector.
    Andrea Rivero.

    ResponderEliminar
  7. La narración de esta crónica le permite al lector hacerse una alucinación de La Habana Cuba, y sentirse justo ahí. Considero que mantiene un lenguaje sencillo y fácil de comprender. Además, vincula elementos descriptivos basados en la observación y el trabajo de campo. En los intertítulos se identifican aspectos sociales, económicos y culturales. El texto muestra una Habana que esta en proceso de evolución, y que brilla en medio de la crisis.
    Se logra inferir que la intención del autor es mostrar que: “Cuba se abrió al mundo, y el mundo se abrió a Cuba”,destacando aquello que sigue perdurando. finalmente, la crónica te atrapa y te hace viajar a La Habana Cuba por cuatro noches.

    ResponderEliminar
  8. Esta crónica en particular me dejó un sin sabor, ya que no imagino como un lugar como Cuba aun en el siglo XXI vive en semejantes atrasos tecnológicos. la realidad cubana es presentada en este texto, sin lugar a dudas, de una manera dinámica para dársela a conocer al mundo. Destaco del autor la narrativa que usa, la descripción puntual y la ambientación que le da al escrito con el adorno de las palabras.

    ResponderEliminar
  9. La protagonista de esta historia además de La Habana es, sin duda alguna la narración, el texto esta cubierto por ella de principio a fin, lo que le da un toque literario a la crónica. Tiene un orden cronológico no delimitado en su totalidad, pero destacable que insta al lector a que en su mente recree, una por una las etapas por la cual ha pasado la histórica ciudad, a medida que los cornistas relatan sublimemente su experiencia en ella.

    El uso de intertítulos permite llevar un orden y le brinda al texto una estética mucho mas estructurada, lo que evidencia una especial dedicación en la distribución de la información recopilada, para que el lector sienta que lee una historia con un inicio, nudo y desenlace. En este caso una historia de la ciudad vista desde distintas épocas, pasado presente y una sutil visión del futuro.

    Lucia Gasca - Grupo C.

    ResponderEliminar
  10. La protagonista de esta historia además de La Habana es, sin duda alguna la narración, el texto esta cubierto por ella de principio a fin, lo que le da un toque literario a la crónica. Tiene un orden cronológico no delimitado en su totalidad, pero destacable que insta al lector a que en su mente recree, una por una las etapas por la cual ha pasado la histórica ciudad, a medida que los cornistas relatan sublimemente su experiencia en ella.

    El uso de intertítulos permite llevar un orden y le brinda al texto una estética mucho mas estructurada, lo que evidencia una especial dedicación en la distribución de la información recopilada, para que el lector sienta que lee una historia con un inicio, nudo y desenlace. En este caso una historia de la ciudad vista desde distintas épocas, pasado presente y una sutil visión del futuro.

    ResponderEliminar
  11. Esta crónica me transporta directamente a la especial Habana, un lugar lleno de magia que sería perfecto pasar unos días conociendo su cultura y el avance que ha tenido a pesar de su crisis. Tiene un estilo poético basado en la historia y el desarrollo que ha logrado mantener a lo largo del tiempo. Toman situaciones, anécdotas y sucesos de la historia que enriquece esta narración.

    ResponderEliminar
  12. La crónica cuatro noches en la habana se puede apreciar desde un punto de vista critico, donde su autor nos muestra las virtudes y carencia de los avances de le ha tocado padecer a esta isla. hace un recorrido muy amplio y sobre todo claro de las diferentes situaciones que se viven diariamente allí y que se vienen presentando de años atrás.
    seguidamente se puede rescatar el orden en que se cuenta esta crónica es decir que por medio de sus subtitulo permite al lector llevar paso a paso cada punto, ademas la forma en que se narra y se cuentan los hechos es una excelente manera de atraer la atencion del orador.

    ResponderEliminar
  13. Me gusto la crónica. Principalmente la manera poética y cero exagerada en la que inicia narrando partes de la isla, me hizo imaginar caminando por sus calles y me dieron ganas de ir. Sin embargo, me hubiese gustado leer un poco más sobre la Habana desde un punto de vista de algún habitante ¿Cómo ven ellos a la Cuba de antes con la de ahora? Pero en general, esta muy bien redactada y te atrapa desde un inicio.
    María Caselles.

    ResponderEliminar
  14. La crónica "Cuatro noches en La Habana", es una mirada calmada del antes y después de Cuba. El autor resalta ciertos puntos como su dictadura, desarrollo y el futuro que quieren los mismos habitantes de la isla. Es una magnifica redacción, utiliza términos conocidos y es una lectura entretenida, pero con mucho fundamento y conocimiento acerca del tema a tratar.

    ResponderEliminar
  15. Esta crónica me llamo mucho la atención porque desde el comienzo hasta el final de la crónica se puede ver como el autor describe la historia de cuba hasta la actualidad. una isla que a pesar de tener retrasos a nivel de tecnología y transporte siempre los caracterizan como encantadores no solo a nivel personal sino en otras facetas. una de ellas se ve en la música, los cantantes cubanos los admiran en el mundo por hacer encantos con su música entre otros.

    el autor utiliza un lenguaje sencillo fácil de entender para los lectores, describe como es el cubano a nivel de profesionalismo y su personalidad en el día a día

    ResponderEliminar
  16. La narración de cuatro noches en la Habana nos permite conocer detalles que algunas personas no tenían de Cuba. Resalto el material de apoyo basados en observaciones y trabajo de campo, esta misma mantiene un lenguaje muy fácil de leer ideal para todo el público. También nos dar a conocer mas sobre los aspectos sociales, económicos y culturales que nos resalta este texto y así mismo nos muestra el proceso de evolución que tiene Cuba después de tantos años de crisis que ha vivido este país.

    ResponderEliminar
  17. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  18. La carga de palabras simples fue muy notoria en este escrito, lo disfruté en momentos que quisiera copiar para mi formación personal, sin embargo, la salvación para que este texto no rayara en lo extenuante recae en el último párrafo.

    ResponderEliminar
  19. La crónica tiene un sabor enriquecedor puesto que plasma cada detalle de la tan conocida Habana. Es agradable notar un texto como este tiene un buen manejo en cuanto a su contenido literario manteniendo un orden muy definido en cada párrafo con su respectiva narración bien plasmada mostrando cada vez un mayor interés hacia lo que se esta comentando. Conmemora momentos llenos de sentimiento e incluso hace que el lector expanda su mente hasta imaginar cada situación que es mencionada en esta crónica, por lo que considero que es un texto muy informativo abarcando aspectos positivos y negativos, dándonos a conocer lo que para muchos es desconocido a través de una estética intacta que es invadida por todo el contenido, con una tonalidad adecuada para lo que se esta comentando y con un orden especifico que atrae al lector hasta el final de esta misma.
    Se puede contemplar como propósito de esta crónica la idea de que Cuba después de su crisis y otros derivados han abierto sus puertas hacia un futuro mejor.

    ResponderEliminar
  20. Cuatro noches en la Habana: Es sin duda el ejemplo mas claro del día de como debe ser una crónica. Esa linea invisible, pero sentida, que por medio de los detalles y extrema sutileza le permiten al lector trasladarse al lugar, producir sensaciones de añoranza y a la vez felicidad. Eso y mucho mas logra esta crónica. Educa al lector tocando temas reales de la isla, pero al mismo tiempo genera en él sentimientos que solo una buena crónica bien replanteada puede lograr. Esa fascinación infinita por un lugar que si bien aun no conoce, pero que al sumergirse en la lectura logra caminar por la gran avenida del malecón, logra admirar desde su imaginación los detalles de aquella arquitectura republicana y sus columnas descoloridas.

    ResponderEliminar
  21. Esta crónica me hace pensar que hay que verle lo positivo a todas las cosas que en su momento fue devastador. Se puede salir adelante y ser feliz a pesar de las adversidades que pone la vida. A mi parecer, la descripción del contexto muestra una estructura en la que en el momento de llegar a los intertitulos y su contenido me ubica en el tiempo y el espacio mientras me voy imaginando cada descripción de cada lugar. Además de eso, el leer tan hermosa lectura, de alguna manera me alimenta el conocimiento que nunca se cansa de aprender.

    ResponderEliminar
  22. Esta crónica es asombrosa, nos permite como lectores transportarnos a la habana, debido a la manera tan detallada que los escritores narran, gracias a los elementos de observación pueden ellos describirnos cada rincón vivido allá, es un texto con un lenguaje sencillo que se comprende de manera rápida, dándole la oportunidad a cualquier persona de entenderlo.

    ResponderEliminar
  23. Daniella De La Hoz Alcalá27 de agosto de 2018, 10:59

    La crónica Cuatro noches en La Habana es como ver una fotografía de la ciudad, porque el autor se encargó de escribir con estilo y delicadeza todo su recorrido por ella, es decir, nos encontramos con una forma adecuada de narrar un texto porque aun cuando nos habla de los problemas sociales que afronta ese país jamás se pierde la gracia con la que lo está contado y me parece que eso se debe a que nos describe sin contemplación cada momento, pero con un tono poético lo que le da magia al texto, pero al mismo tiempo es sencilla y breve lo que hace que sea de fácil compresión.

    Asimismo, me gustó que el personaje principal de esta crónica, La Habana, quedara al descubierto porque es tan clara la descripción que el autor hace de ella, que le dio al lector el poder de ubicarse, sin conocer, en los lugares que se hablan.

    ResponderEliminar
  24. Cuatro noches en la Habana, es un crónica realmente maravillosa, esta redactada en un lenguaje sencillo que permite que cualquier lector logre entender lo que el escritor pretende decir, como es de esperarse es una crónica bastante detallada, por ende utiliza un lenguaje descriptivo para referirse a lugares, cultura, personas, problemáticas de la isla, entre otros factores.Esta crónica posee un bagaje cultural interesante, puesto que nos permite entender dos caras completamente distintas de lo que es hoy La Habana - Cuba, con lo que fue, esto quiere decir que se realizó una buena investigación y observación de la isla.
    Me hubiese gustado que cada uno del desarrollo de los subtítulos tuviese un poco mas de contenido para tener una visión mucho mas grande de la Habana.

    ResponderEliminar
  25. Katherine Molinares27 de agosto de 2018, 11:17

    Es una crónica con la simplicidad de un lenguaje transportador, sutil y armonioso. Cuenta como ha sido la evolución en la capital plagada de encantos, los cambios en su infraestructura, su cultura, su educación y su gente siempre está con disposición de ayudar, me atrapo ya que tiene un contenido cultural enriquecedor para mi vida personal que me llevo a ese imaginario de ir por una calle de la Habana disfrutando de su música y conociendo a profundidad su historia.

    ResponderEliminar
  26. Es un texto muy interesante, que te transporta hacia la habana como si estuvieras presenciando con tus propios ojos lo que se está relatando, además usan un lenguaje que embellece aún mas es lugar, dando características muy precisas por medio de metáforas , además tiene mucho contexto histórico, lo cual es muy bueno porque nos ambienta y nos da información muy importante sobre la habana, el texto está en tercera persona, demostrando que el escritor vio con sus propios ojos lo que estaba contando, pero se nota que el escritor no solo estuvo allí, sino que también realizo una investigación para realizar el escrito. por otro lado, están las imágenes, que nos dan un soporte visual de lo que estamos leyendo, además utiliza un lenguaje muy fácil de comprender para cualquier persona.
    de: Jaireth Padilla

    ResponderEliminar
  27. Me gustó, pero siento que recalca en la realidad que muchos conocen sobre esta isla y toda el duelo de su pasado. Cabe resaltar que tiene la peculiaridad de llevar al lector por un viaje en donde puedes contempla la belleza de la ciudad, la cicatrices de sus días de lucha y los rasgos fuertes que la caracterizan. El autor utiliza las palabras correctas para narrar todo lo que pudo notar en su experiencia, haciendo énfasis en la linea de tiempo y en como La Habana ha resurgido con el propósito de crecer.

    David García - Grupo c

    ResponderEliminar
  28. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  29. La narración de esta crónica ¨Cuatro noches en la Habana¨ tiene algo mágico y es como la narran estos dos grandes escritores cada historia, anécdotas, vivencias y sucesos que se da en la Habana Cuba, sin duda es una crónica que envuelve al lector que hace que vivas todo lo que sucede como si estuvieras ahí. Cuentan con precisión la cultura,aspectos sociales y económicos nos muestran lo que fue y es hoy cuba.

    De: Carmen Rada

    ResponderEliminar
  30. Esta crónica me hizo recordar cuando tuve la oportunidad de ver las luces de noche de la bahana desde Key West- Florida , estos textos me permiten recrear las imagenes de esta mágica ciudad donde su hablao´ los caracteriza , la lucha de sus pobladores lo caracteriza es una ciudad con un carácter único ...el escritos se basa en la evolución atravez de tiempo su historia att BETSY LILIANA DIAZ GONZALEZ curso de viernes por la mañana.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Comente aquí