Por Anuar Saad



Los
uribistas se rasgan las vestiduras denunciando la persecución contra este “pobre
ciudadano”, perseguido como venganza de Santos contra Uribe. Aluden a la
trágica situación familiar que vive el exministro y relatan sin dignidad como los
pocos amigos que le quedan, tienen que “hacer vaca” para que el pobre Arias subsista
en un cómodo barrio de Miami. Me conmovió tanto, que empecé a buscar el link donde
podría hacer mi humilde donación para que el ex Ministro y su familia no murieran
de hambre. Antes de hacerlo, me detuve a pensar… ¿y cómo por qué hay que salir
a ayudar a este hombre? ¿Acaso los desfalcos con el Agro Ingreso Seguro no
fueron suficientemente dicientes para que Arias esté preso? ¿Y su nexo con
Odebrecht qué? No, Andres Felipe. Por ahí no es la cosa. Tu conmovedora escena
en la que expones a tu familia no cambia nada. ¿Antes de delinquir pensaste en
ellos?
Pero
la cereza del pastel se dio apenas ayer. Mientras Colombia caía ante Paraguay
con la “ayuda” de un horrible James, un manifloja Ospina, un chiquichá Cuadrado,
un insulso Cardona y un terco Pékerman, el Senador Musa Besaile se entregaba a
la justicia. Pero hasta ahí no quedó la cosa. Se entregó con show mediático
abordo. La familia del Senador publicó un video en que los protagonistas son
Musa, su mujer e hijos. La esposa del hoy encarcelado, llorosa, aparece
diciendo dramática: “ahí les entrego a un ser humano”, ante el llanto conmovedor de sus pequeños
hijos y la cara impertérrita de Musa que no dijo ni mú, como si la cosa no
fueras con él. El político en desgracia se dejó abrazar, besar y llorar de sus
hijos y esposa… pero en el más crudo mutismo. Hasta a mí se me asomó una
lágrima cuando la hija menor abrazaba desesperada a su padre.
Justo
en ese momento pensé que los actuales realitys en Colombia quedaron sin piso.
¿Qué más realitys que estos donde los corruptos
políticos fungen ahora de víctimas y acuden a la porno miseria para exponer sus
pesares, tragedias y hasta a sus familias? Seguro que el rating de este video
lo envidiaría “Protagonistas de Novela”. Han sido tan trinadas las campañas
televisivas de estos tres personajes que hoy esperan sentencia en cárceles del país,
que se dice que ya hay un staff de creativos ofreciendo sus servicios a los
políticos que están en capilla de ser aprehendidos por la Justicia, para que
puedan inspirar lástima y ganar simpatías.
Mi
abuela decía en su mal pronunciado español que “para qué llorar por la leche
derramada”. Más bien, en vez de estos montajes lacrimógenos, cursis, que
atentan hasta contra el buen nombre de sus propios hijos a los que exponen sin
piedad ante la opinión pública, deberían poner el pecho al asunto, aceptar sus
culpas y pedir perdón. Y para las esposas un mensaje final: ¿nunca sospecharon
de las andanzas de sus maridos? ¿Nunca les entró un ápice de duda a pesar de
todas las denuncias de la prensa? ¿No sospecharon si quiera un segundo de dónde
salía el dinero para sus lujosas joyas, viajes y caprichos? Tal vez el próximo
año, cuando el peso de la ley haga su efecto, en una carta privada, menos
mediática, pero sincera, ellos les darán la respuesta. Mientras tanto, el show
queda abierto para todos los que faltan por caer.
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