Por Anuar Saad
En
medio del inminente goce carnavalero, lanzo desde mi columna, algunas
propuestas de disfraz para que usted, señor lector, si aún no ha decidido de
qué disfrazarse pueda adherirse a una de estas once propuestas:
La
actualidad local, regional, nacional y hasta internacional encienden la chispa
de los hacedores del Carnaval de Barranquilla y de los, por qué no,
improvisados asistentes a los multitudinarios desfiles, esos que se atreven a
lucir un disfraz improvisado pero que instantáneamente nos evoca una estampa de
nuestra realidad.
Temas
de la realidad que parecen sacados de la fantasía. Hechos, personajes, sucesos
que han sido el día a día de la actualidad y que por uno u otro motivo están
presentes en los referentes de la memoria de los ciudadanos.

1 Disfraz de “El engañado”. Este
tiene una gran ventaja para usted amigo lector: prácticamente no tiene que
invertir un peso. El único requisito es que usted haya votado por Duque
confiado en sus maravillosas propuestas que hizo como candidato. Debe desfilar
tal cual es, solo con artesanal cartelito en el que no se gastará más de dos
mil pesos, que diga “Yo también voté por
Duque”. Su cara de decepción, hará el resto.
2 Disfraz de “Electricaribe”. Aquí
solo tiene que hacer un homenaje a la oscuridad. Vístase absolutamente de negro
y lleve una velita en la mano. La vela representa todos los rezos a la Virgen
para que la luz no se vaya justo en un partido del Junior o en plena tarde
calurosa barranquillera y, también, la vela es el recurso del que tenemos que
echar mano para espantar la oscuridad a la que esta empresa nos tiene
acostumbrados.
3 Disfraz de rector Universitario. Aquí
usted tiene la ventaja de escoger: puede ataviarse de manera elegante, que
represente a uno de esos puppis que
estudiaron así sea un cursito de verano en Harvard, y lleve dos enormes bolsas
negras agarradas una en cada mano y que en ellas se note que desbordan billetes
de alta numeración. Igual, también puede optar por hacerse a una camiseta a
rayas, como la que usan los presos. La tercera opción también es llamativa:
puede desfilar semidesnudo tomándose unas selfies
con pose de amante veterano a la espera de su “víctima”.
4 Disfraz de troglodita analfabeto. Este
en particular sé que será muy utilizado en los días de Carnaval. Uno de los
requisitos es que debe estar pasadito de peso, tener abundante cabellera,
poseer cara de estúpido (y además serlo), llamarse Nicolás y exhibir un cartel
donde asegure que usted tiene “millones y millonas” y que donará “libros y
libras”.
5 Disfraz de Alcalde muy popular.
Seguramente este le va a encantar, pues no tiene que gastar casi ni un peso.
Usted vaya a su clóset, revise cuidadosamente la ropa que tiene guardada en él
y saque de allí lo siguiente: el jean más viejo y agujereado que tenga; una
camiseta con cuello que le quede bastante justa; una gorra que haya pertenecido
a su padre o a su abuelo, pero que se note que está muy usada y, lo principal,
una bandera de Junior en una mano y un afiche de La Troja en el otro. Con eso,
bastará.
6 Disfraz de traficante. Muy
de moda por estos días. Usted lo único que debe hacer para causar el impacto
esperado con este disfraz, es vestirse humildemente, y llevar empujado un
carrito donde exhiba, por lo menos, unas cincuenta empanadas. Debe tener
cuidado, porque la gracia, así sea en pleno desfile de sábado de carnaval,
puede salirle muy cara ya que podrían acusarlo de “concierto para delinquir”.
7 Disfraz de Hidroitango. Un
disfraz muy impactante, sin duda. Podría herir susceptibilidades, sobre todo a
los menores de edad. Usted, y ojalá una acompañante femenina que puede ser su
hermana, su novia, su esposa o su amante de ocasión, se disfracen de “Sireno” y
“Sirena” pero ambos deben parecer tipo “zombis”, es decir, dejar en claro que
son peces muertos que caminan.
8 Disfraz de “Presidente Eterno”. Aquí
va a tener que recurrir a varias cosas. Primero, trate de representar
profundamente a un paisa culebrero. Exhiba una sonrisa venenosa, de esas que no
se las cree nadie. En una mano sostenga un cartel que diga “Le voy a dar en la jeta marica”, y en la
otra, vaya haciendo girar sobre su mano, como un inofensivo juguete de infante,
una lustrosa motosierra. Puede venir con un calzoncillo por fuera que muestre
bien claro sus “tres guevitos”.
9 Disfraz de “Proceso de paz”.
Desempolve aquel viejo disfraz que ya usted había guardado en el baúl de los
recuerdos, ese con que solía desfilar años atrás. Ese mismo que encarna un
esqueleto. Un requisito para generar veracidad es que usted esté verdaderamente
flaco. No me imagino al periodista José Granados, enfundado en uno así. Debe
parecer un esqueleto triste y resignado que lleve un cartel que diga “…Aquí,
esperando aún la paz prometida”.
10 Disfraz de policía infractor. Este
es muy sencillo. Debe tener un atuendo que asemeje el uniforme de los agentes
de la ley, con su gorra incluida, su bolillo agarrado de la mano izquierda y,
en la derecha, debe estar exhibiendo una aún humeante empanada a la que debería
estar devorando a mordiscos.
11 Disfraz de Primera Dama. Antes
de ponerse el atuendo usted tiene que ir a Youtube y buscar en esa herramienta
web capítulos viejos de “Caballeros del Zodíaco” y “Mazinger”. Ponga en pausa la imagen y tómele
fotos a los más horrorosos trajes “futuristas” para que no se le escape
cualquier detalle. Después, recurra a los buscadores para que recree el vestido
con el que María Juliana asistió con
Duque a la reunión con el conocido Donald. No sea tímido en la réplica. Solo
necesitará tres pliegos de fomi de un
color indeterminado y la ayuda de su hija de once años para que haga el molde
del atuendo. Si quiere ser más realista, es decir, si quiere que el vestido en
realidad sea relacionado con la primera
dama, puede llamar directamente a los diseñadores Francisco Leal y Karen
Daccarett. ¡Les juro que quedará de infarto! Más horrendo, imposible
Así
que amigo lector, si aún no había decidido con qué desfilará durante estos
carnavales, es mi deseo que estas propuestas hayan sido de su agrado.
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